Los botes de papel son productos de embalaje redondos hechos de metal, papel y compuestos plásticos. Cumplen con la norma nacional GB/T10440-2008 y se dividen en dos tipos estructurales: espiral y rebobinado. La forma es principalmente cilíndrica, con variaciones como barriles cuadrados y planos. Sus usos cubren alimentos (como té, frutas secas y vino), cosméticos, productos industriales y otros campos. Los botes de vino son los más utilizados porque la capa exterior se puede imprimir con color y se utiliza el material de amortiguación interno. Los tipos de tapa incluyen tapas de cartón con borde enrollado y tapas de hierro sin borde enrollado [1]. Los botes de papel están catalogados como una nueva industria de protección ambiental en mi país. Desde 2009, se exige a los fabricantes que obtengan la certificación QS y se prohíbe la producción a las empresas sin licencia. Los fabricantes nacionales pueden personalizar varias especificaciones con diámetros de 1,2 cm a 30 cm y longitudes de 20 mm a 1,2 m, con una producción diaria de 100.000. Los productos se utilizan ampliamente en el envasado de alimentos líquidos (que ya se utiliza maduramente en Europa, América y Japón), alimentos para mascotas, aceite lubricante y otros escenarios. Debido al uso de materiales respetuosos con el medio ambiente, algunas empresas promueven el desarrollo sostenible a través de planes de cero plástico.